editorial: Kronos Ediciones S.C.
isbn: 978-84-942002-5-0 COMPRAR LIBRO
año: 2013
nº páginas: 292
idioma: Castellano
Avernum, 25 rutas al infierno ¿Por
qué eliges este titulo para tu primer ensayo?
Simplemente se trataba de buscar
un nexo de unión, un hilo conductor que pudiese hilvanar unas historias que a
priori podrían parecer a simple vista inconexas entre sí. A todos los protagonistas de estos hechos de
una u otra manera sus vidas se les convierten en un verdadero infierno, su
Averno particular, de ahí el título de la obra. Algunos en la vertiente “positiva”,
aventuras, exploraciones, descubrimientos, héroes de guerra… Por otro lado se encuentran los de lado
oscuro, aquellos en los que en su propia mente habitaba el peor de los
infiernos, el mal en el sentido más puro del término. Asesinos seriales, en
masa… básicamente se trata de auténticos depredadores de congéneres humanos.
25 personajes ,25 historias luctuosas
y me atrevería a decir sangrientas, pero ante todo 25 sucesos reales ¿Qué
pautas has seguido para elegir estas 25 historias?
Desde el primer momento quería
tratar hechos reales, vividos y “sufridos” por personas reales y por supuesto
documentados en todos los casos si exceptuamos el caso del vampiro croata Jure
Grando. El proceso de selección no fue otro que elegir historias que a mí
personalemente me apasionaran, tanto para lo bueno como lo malo, la cuestión
era transmitirlas con emoción, intensidad y por qué no, con una pizca de humor
que desdramatizase un poco. Una buena cantidad de las historias contadas en
Avernum han sido llevadas al cine con mayor o menor fortuna, pero desde luego
no con el tratamiento real de la historia y generalmente con gran cantidad de
inexactitudes e invenciones.
No solo te limitas a personas reales,
sino que también los animales pueden llegar a ser un infierno, en este caso
cocodrilos y leones. ¿Pueden ser los animales peores que los humanos?
Si exceptuamos los extraños e
inquietantes casos de la Bestia
de Gevaudan o de los leones de Tsavo, Fantasma y Oscuridad, en los que estos
seres adoptan una morfología y comportamiento absolutamente anómalos respecto a
cualquiera de sus congéneres. En el resto de los casos tratados, los cocodrilos
de Ramree o los tiburones del USS Indianápolis,
los animales simplemente realizan su “cometido” en la naturaleza. Lo
especial de estos casos radica en las especiales circunstancias que los rodean, plena II Guerra Mundial, y sobre
todo por las cifras de víctimas, que en ambos llegan a unos números realmente
pavorosos.
No todo es sangre y
dolor en este libro, también hay hechos mas apetecibles como una tregua de
navidad en una gran guerra. ¿Acabo finalmente bien, o acabo en sangría?
A pesar de que en Avernum todo
puede parecer sangriento o luctuoso no es así ni mucho menos. Bueno, al menos
un poco, hay momentos importantes en los que la luz supera con creces a las sombras
y nos permite vislumbrar que podemos tener algo de fe en el ser humano.
En el siglo XX se dio en Europa y
por dos ocasiones, lo más parecido al infierno en la tierra, las dos guerras
mundiales. En la carnicería en la que convirtió el frente franco belga de la
I Guerra Mundial apareció lo mejor del ser
humano aunque pueda parecer imposible. Esto se dio en lo que se posteriormente
pasaría a la historia como la
Tregua de Navidad entre las tropas británicas y alemanas. En
mi opinión una de las historias más bellas y emocionantes que jamás yo haya
escuchado. No te cuento más, prefiero que los lectores que la desconozcan la
descubran por si mismos en el libro.
El libro, hay que decir que es duro, ¿has
omitido datos por que has podido pensar que podría herir la sensibilidad del
lector?
Solo hay un capítulo en el que
haya omitido detalles y no por cuestiones de espacio o importancia, sino por su
especial y cruenta dureza. Sin duda alguna lo peor del proceso de
documentación, muy duro o durísimo en algunos casos, fue el obtener los datos
para el capítulo del Escuadrón 731 japonés. El material tanto gráfico como
testimonial al que me tuve que enfrentar
llegó a detalles de tal nivel que llegué incluso a pensar en abandonar
la historia. Al menos tenía que parar unos días para desintoxicar mi mente de
lo visto y sobre todo de lo leído. Solo diré que si terrible le parece al
lector lo que esconden esas páginas, que haga
un ejercicio de imaginar lo que decidí no incluir en la obra, pues se
quedan cortos seguro. Sin duda alguna la crueldad y la maldad en toda su
pavorosa expresión.
Para el autor del libro, ¿Cuál de
estos personajes es el más despiadado o sangriento?
A nivel individual la cosa
estaría muy reñida entre gente tan “encantadora” como Vlad Tepes, Erzesebet de
Bathory o el Mariscal Gilles de Rais “Barba Azul”. Quizás me quedaría con este
último, más que nada por cometer sus crímenes personalmente con sus propias
manos y con una saña y crueldad sin igual. Fueron más de seiscientos los niños
y adolescentes asesinados por este depravado depredador insaciable, aunque
Bathory le sigue muy de cerca. Vlad Tepes desde luego si ganaría el ranking por
cantidad y “calidad”, el 25% de la población de Valaquia en la época, pero el
no era personalmente el autor material de esos crímenes.
A nivel colectivo sin duda me
quedo con el Escuadrón 731 o la toma de Jerusalén por las tropas cristianas en la
I Cruzada. En ambos casos creo que no hay
las palabras suficientes para mínimamente poder describir el infierno que
desencadenaron.
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