Al igual que
en otras ocasiones en las que afirmo que lo imposible puede suceder en el lugar
mas insospechado,en esta ocasión lo imposible ocurre en un enclave propicio
para que ocurran este tipo de acontecimientos, un lugar lleno de objetos,cada
cual con una historia, con unas vivencias,e incluso con alguna tragedia o hecho
luctuoso, un museo, el museo arqueológico de Sevilla, que aparte de sus objetos
que esconden unas historias, el edificio en si,tiene su propia historia negra,
ya que el edificio donde está ubicado el museo arqueológico de Sevilla, en su
día fue hospital de campaña de soldados italianos improvisado que lucharon en el bando nacional en la guerra civil española,el
el edificio,
construido
por Aníbal González para albergar el pabellón de arte antiguo en la famosa
exposición iberoamericana de 1929 que se llevó a cabo en Sevilla.
Este
testimonio me llega a través de un exvigilante nocturno del museo el cual respetando su deseo,
permanecerá en el anonimato al cual llamaremos Carlos ,no obstante carlos asegura que los hechos que a continuación les
voy a exponer es conocido por todo el personal del museo, dirección inclusive

Otro
vigilante pemanecio toda la noche en el exterior del museo totralmente aterrado
por los sucesos que estaban ocurriendo aquella noche, le contó a los compañeros
que “un ente” enorme negro le perturbaba, carlos asegura que es normal y
cotidiano que en los relevos matinales le preguntan al vigilante saliente que
le ha ocurrido en su turno.

Entre los
empleados del museo, cuando ocurren estos hechos extraños, aseguran que son
amanda y antonino haciendo de las suyas
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